TEMA No. 15
Diccionario
y correctores en los procesadores de textos
Indicador
de logro: revisa
textos variados utilizando los diccionarios y correctores ortográficos de los
procesadores de textos.
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Los procesadores de textos son un conjunto de programas que
permiten, como funciones básicas,
crear, corregir, modificar, manipular, almacenar e imprimir textos en formato
digital. El dominio de esta herramienta posibilita el desarrollo de las
distintas fases de la creación de un texto, minimiza el tiempo empleado en su
confección y permite mejorar su calidad de
manera rápida y eficaz, sin necesidad de un consumo excesivo
de materiales y
energía física.
El uso de los correctores ortográficos y gramaticales es debatido. Su uso
para contrarrestar las limitaciones ortográficas reporta muchos beneficios,
pero también, cada docente debe decidir su uso o no, de acuerdo con lo que
juzgue conveniente.
Los correctores ortográficos disfrazan una serie de limitaciones que, a
su vez, devienen insuficiencias didácticas que no los hacen aptos para
potenciar el aprendizaje de
la Ortografía, a pesar de que existe la tendencia a considerar que si el
corrector ortográfico no señala ningún error, es porque no lo hay y, con
frecuencia, se da por terminado un documento de texto plagado de faltas ortográficas,
con la certeza de que no las tiene.
En este sentido, el Dr. C. Danilo Quiñones ha planteado: "(…) no se
pueden perder de vista las tendencias a sobredimensionar la tecnología por
parte de algunos alumnos y maestros más jóvenes, lo que puede tornarse nocivo
para la socialización del
aprendizaje en los diferentes grupos, ya
que algunos alumnos, pueden llegar a pensar que en la interacción directa
con la
computadora y otras fuentes,
estaría la solución de sus problemas de aprendizaje, minimizando la acción orientadora
del maestro y la ayuda que otro de sus compañeros le pueda brindar".
Independientemente de que unos correctores ortográficos superen a otros
en determinados aspectos, de manera general todos operan de la misma manera
sobre una base de datos que
llevan incorporada y que incluye algunas normas ortográficas,
un banco de
palabras que pueden ser superiores o inferiores en cantidad y un diccionario de
sinónimos.
Pero, realmente ¿Hasta dónde nos puede ayudar el empleo de los
correctores ortográficos?
A continuación se explica, teniendo en cuenta diferentes niveles de análisis de
la lengua, hasta dónde llega la ayuda y comienzan las limitaciones de los
correctores ortográficos.
Ortográficamente, el aporte más notable es el corrector de palabras.
El software contiene diccionarios (en
varios idiomas) con amplios vocabularios que pueden emplearse en forma
automática para revisar cualquier texto escrito en la computadora y corregir
los errores tipográficos, ortográficos y de acentuación, etc. que subraya con
una línea de color rojo.
El verificador de ortografía es rápido y minucioso. Con frecuencia, reconoce
errores que de otra manera deberíamos buscar personalmente. Localiza palabras
mal escritas y otras que no están en el diccionario.
La computadora señala el error para llamar la atención del usuario sobre
este; al hacer clic derecho, aparecerá un menú contextual que ofrecerá
diferentes opciones. Pero es ahí donde comienzan las limitaciones si los
conocimientos ortográficos del usuario son restringidos, pues de su selección dependerá
la solución de la incógnita.
- La
opción Agregar al diccionario permite incorporar términos que no
estén incluidos en la base
de datos, pero esto tiene el inconveniente de que, si no se obra con
sumo cuidado, sean incorporadas palabras con errores que el ordenador
asimila y luego no son señaladas para su corrección.
- Otra
limitante tiene lugar con el empleo de palabras homófonas (igual sonido y
escritura diferente). En este caso, por aparecer todas en el banco de
palabras, no son destacadas en caso de emplearlas incorrectamente y por
tanto los errores pasan inadvertidos para el ordenador y para el usuario
que no tenga pleno dominio de su lengua materna. Ej. Todos en la
caza estaban preocupados.
- Otras
faltas que el corrector no detecta son, por ejemplo, los acentos
diacríticos y los parónimos (palabras semejantes, por su etimología, por
su forma o sonido)
Ej. Al preguntarle si vendría, me contesto que sí.
Deben absorber a los inocentes (por absolver)
- Un caso muy singular es el uso obligatorio de letra inicial mayúscula inmediatamente después del punto y seguido. Teniendo en cuenta que existen las abreviaturas a las que por regla se les debe colocar punto, debemos tener presente que no necesariamente la palabra siguiente precisa de la mayúscula, por lo que esto no siempre es aplicable. Ej. Ud. ha llegado al lugar de sus sueños.
- Algo similar ocurre con los textos escritos en versos. Cada vez que se comience a escribir en una nueva línea, aparecerá mayúscula de manera automática y es de todos sabido que no todos los versos de una estrofa o poema deben comenzar necesariamente con mayúscula, a no ser que por regla sea obligatorio o, como José Martí en sus Versos sencillos, por una cuestión de estilo.
En el nivel sintáctico o gramatical, los procesadores de texto más
avanzados incluyen también verificadores de sintaxis y de estilo. Estas herramientas aún
son poco prácticas y de uso complicado porque requieren de un dominio muy
profundo de la lengua. Quizás, en la próxima década asistamos a grandes
progresos debido a la aplicación de la inteligencia
artificial a grandes bases de datos lingüísticos.
En estos momentos son muy limitadas las posibilidades de ayuda que puede
ofrecernos el corrector desde el punto de vista gramatical, pues no siempre
detecta los errores de concordancia, fundamentalmente entre sujeto-verbo y
entre sustantivo-adjetivo, además de otras incorrecciones relacionadas con
la redacción y
el uso de los signos de puntuación.
En cuanto a la puntuación del texto, sólo son detectados los errores
cuando el signo en cuestión es separado de la palabra que le antecede y unido a
la que le continúa. También cuando se omiten por completo y, por tanto, la
oración se hace demasiado extensa lo que la hace confusa y dificulta su
comprensión. Pero, una vez colocados, no es posible determinar si están
utilizados obedeciendo o no a alguna regla específica. Esto depende del
conocimiento y estilo de redacción del usuario.
En cuanto al nivel semántico, debemos considerar que la computadora no
"interpreta" lo que el usuario escribe en ella. Para la máquina todo
se traduce a listas de ceros y unos. Una palabra o una frase, en cambio,
tienen correspondencias y acepciones que en ocasiones están muy lejos de ser
particulares o explícitas. Por tanto, para detectar las palabras erróneas los
correctores comprueban si las palabras de nuestro documento se encuentran en el
diccionario que lleva asociado, junto con algunas reglas gramaticales. Por el
momento, no puede discernir el significado de las palabras en cada
circunstancia, o sea, podemos escribir una oración completa sin sentido, que si
cada palabra está bien escrita, para ella no tendrá ningún problema.
Por ejemplo:
Tu ortografía puede colocarte en la cima de la expresión
escrita.
Tu ortografía puede colocarte en la sima de la expresión
escrita.
Si se conoce el significado de estos homófonos, no es difícil percatarse
de la oposición de sentido que tiene lugar entre ellos, pues se trata de
expresiones totalmente opuestas. En este caso es el hablante quien, a partir de
un contexto determinado, podrá determinar cuál es el término que necesita para
expresar su intención.
Una de las potencialidades de los procesadores de textos que pueden
aliviar este engorroso proceso es, precisamente, el diccionario de sinónimos,
el cual permite añadir precisión y variedad a los escritos pues ofrece
alternativas para palabras que eligió en el documento borrador, pero con las
que no está satisfecho. También puede buscar palabras que emanen de los
sinónimos que sugiere este diccionario. Si se amplía la búsqueda, hay más posibilidades
de acercarse al significado exacto que se está buscando. Pero corresponde
únicamente al usuario la selección correcta de aquel que se adecue al contexto
en que será utilizado.[1]
Manual
para el uso del corrector de ortografía y sinónimos del procesador de textos
El procedimiento para editar un texto usando el diccionario de sinónimos
es el siguiente:
- Abre el archivo que contiene tu texto. Coloca el cursor sobre la
palabra que quieras sustituir con un sinónimo. Haz clic
en el botón derecho del ratón. Aparece el menú contextual.
- Elige la
opción Sinónimos. De la lista que aparecerá, haz clic sobre la
que consideres más apropiada.
- Guarda tu archivo al terminar de revisar tu escrito. Haz clic en el
menú Archivo, selecciona Guardar [Ctrl+G] o
haz clic en el icono Guardar de la barra de
herramientas Estándar.
El procedimiento para revisar la ortografía es el siguiente:
- Ve al
inicio de tu escrito. Oprime las teclas Ctrl+Inicio.
- Selecciona
el menú Herramientas y elige la opción Ortografía
y gramática. Se abre una ventana con dos áreas de texto: una con
el encabezado “No se encontró:” que contiene un fragmento
del texto donde aparece una palabra resaltada; indica que el
procesador de textos no la encontró en su diccionario y sugiere cambiarla;
el área con el encabezado “Sugerencias:”, contiene las
palabras que el programa propone para hacer el cambio.
Toma en
cuenta las siguientes consideraciones:
- Si no
deseas cambiar la palabra porque estás seguro de que su escritura es
correcta, haz clic en el botón Omitir una vez. La palabra
quedará igual sólo en esta ocasión y la próxima vez que aparezca el
procesador volverá a sugerir cambiarla.
- Si deseas
que la palabra quede tal como está escrita en todo el texto, haz clic
en Omitir todas.
- Si deseas
cambiar la palabra por alguna de las que aparecen en el área de Sugerencias,
selecciona la que consideres adecuada y luego haz clic en el botón Cambiar.
La palabra será sustituida y el programa pasará a la siguiente palabra no
encontrada.
- Si deseas
cambiar la palabra y la ventana de Sugerencias aparece
vacía o no contiene una palabra adecuada, en el área “No se
encontró:” señala la palabra resaltada, haz los cambios que
consideres necesarios y luego señala el botón Cambiar. El
programa aplicará los cambios y pasará a la siguiente palabra no
encontrada.
Repite el procedimiento hasta que el programa te indique que ha finalizado
la revisión ortográfica y gramatical.
Al terminar la revisión guarda los cambios que has hecho en el archivo.
¿Es todo?
- Considera
las recomendaciones que te indicó el profesor para hacer las correcciones
a tu texto.
- Si tienes
dudas de los procedimientos a seguir, consulta los tutoriales.
Si lo deseas, imprime tu texto. Haz clic en el menú Archivo,
selecciona Imprimir… , y elige el botón Aceptar [Ctrl+P] o
haz clic en el icono Imprimir de la barra de
herramientas Estándar.[2]
Actividad sugerida: introduce un texto en el procesador de textos y
corrige la Gramática y la Ortografía.
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